ELEGÍA IRREVERENTE

Madre María
madre maría
dónde enterraste a tus hijos


Allá en el campo
un viento frío
mece las parvas.



La noche oscura
vela tus ojos
grazna el murciélago.


Por más que busques
zarzas y espinas
cierran tu paso.



La lluvia lava
la insomne tumba
-mármol y bronce-


Madre María
tus hijos duermen
bajo los brotes.



Suelta el rosario
de cuentas rugosas
no más plañidos ni rezos.



Ya no supliques
misericordia
que no hay infierno



Está la Tierra
Está la Tierra
Está la Tierra.


Está el Cielo,
está el Cielo
está el Cielo.




Pero el Infierno
es sólo un sueño
de hombres cobardes.



Bajo la tierra
todos dormimos
el mismo sueño.



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