RESCATES: CLOTILDE SABATTINI DE BARÓN BIZA (1918-1978)
Pasó la "ola verde", el feminismo se convirtió en una moda y hasta en un artículo de consumo...pero aun para miles de argentinos este nombre no dice nada. Sin embargo, "Cotita" Sabattini, destacada escritora, pedagoga e historiadora, fue la primera mujer en ocupar un cargo de rango ministerial en Argentina: fue designada por Arturo Frondizi como Presidenta del Consejo Nacional de Educación entre 1958 y 1962, cargo equivalente al actual Ministerio de Educación. Su mérito no sólo radicó en ser la primera persona de su género en acceder a un cargo ejecutivo tan alto en en el organigrama del Estado Nacional, sino que además su gestión bien puede ser calificada como brillante: durante la misma se sancionó el Estatuto del Docente, terminando con los nombramientos "a dedo", las cesantías arbitrarias y el famoso requisito de "recomendación política, militar o eclesiástica" para acceder a un puesto de maestro en el sistema público. Introdujo también en la educación argentina la obligatoriedad de la enseñanza de un idioma extranjero, las jornadas de doble escolaridad, los programas de perfeccionamiento docente y la reglamentación de las cooperadoras escolares. Dando muestras de unas poco usuales imparcialidad y vocación democrática ordenó la reincorporación de 5000 docentes peronistas que habían sido cesanteados por la Revolución Libertadora.
Hija del legendario caudillo radical Amadeo Sabattini y esposa del excéntrico escritor millonario Raúl Barón Biza, no sólo no derivó sus logros de estos dos hombres, sino que incluso los superó ampliamente en méritos. Recibida de maestra normal con el promedio más alto del país en su promoción, cursó estudios de Historia en la UBA y se graduó con honores. Su rutilante desempeño le valió una beca para realizar estudios de posgrado en Suiza, donde se especializó en pedagogía, trayendo después al país los avances más revolucionarios en la materia.
Dirigente política de la UCR, militante sufragista desde los quince años y feminista; su activismo la llevó a la cárcel varias veces, tanto durante la "década infame" como durante el gobierno del General Perón. Encarcelada en 1950 junto con sus hijos, las enérgicas protestas de políticos e intelectuales nacionales y extranjeros hicieron que Perón le ofreciera un indulto, que ella rechazó en un firme gesto de dignidad. "La libertad es mi derecho, no acepto que me sea concedida como dádiva" afirmó. En 1953 se exilió en el Uruguay, donde continuó expniendo sus ideas a través de la prensa.
En 1964, volvió a concitar notoriedad, pero esta vez de una triste manera: se convirtió en una de las primeras víctimas famosas de lo que hoy llamamos "violencia de género". Su esposo, Raúl Barón Biza, le arrojó un vaso de ácido corrosivo a la cara. Quedó desfigurada para siempre. El criminal evadió el castigo de la justicia mediante el suicidio.
A partir de ese momento, la vida de "Cotita" se convirtió en un verdadero calvario. La magnitud del estropicio en su rostro era tanta, que cuando entraba en un lugar público los niños rompían a llorar asustados: creían que era un monstruo. Acompañada por su hijo Jorge, inició un largo periplo en busca de ayuda médica y quirúrgica. Ese doloroso peregrinaje la llevó a Milán, donde se internó en una prestigiosa clínica de cirugía plástica. Pasó largos meses allí sin sospechar que a pocos metros de la habitación donde se encontraba, estaba el cementerio donde yacía, en una tumba con nombre falso, el cadáver embalsamado de quien fuera su acérrima enemiga política: Eva Duarte de Perón.
Los avances científicos de la época fueron insuficientes para ayudarla. Sola, agobiada y acabada políticamente Clotilde Sabattini se suicidó en 1978. Así pagó su último tributo a una sociedad que no le perdonó ser una mujer inteligente, valiente y librepensadora.
Solo nos resta esperar que alguna vez esta sociedad ingrata le rinda un reconocimiento a la altura de su legado.
Bello y merecido Hola menaje. Gracias.
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